Un frágil autorretrato en Super 8, redescubierto en 35mm, realizada por una chica de diecinueve años descontenta con el espectáculo pseudo-Brakhageano presentado por sus compañeros de estudio a finales de la década de 1970. La rodé con un mando a distancia e intercalé pasajes en negro de banda magnética para grabar mi dilema. La situación paradójica de ser a la vez sujeto y objeto en mí mismo resultó en una película que representa una fase quizá obligatoria del narcisismo cinematográfico en la obra temprana de un aspirante a cineasta de vanguardia.- Eve Heller
De 1981 hasta 2010
Austria
Estados Unidos